
La asertividad es la clave de las buenas relaciones sociales. En este sentido, la asertividad y la comunicación son elementos que van de la mano, ya que la asertividad implica un modo correcto de comunicarse. Hay estrategias que permiten conocer cómo ser más asertivo con la pareja.
En este punto puede surgir la pregunta: “Bien, pero ¿cómo puedo ser asertivo?” La respuesta no es complicada: habituando tu comportamiento. La asertividad se aprende y, por consiguiente, es susceptible de entrenamiento. Las personas tienen a reaccionar ante las diferentes situaciones del modo que han aprendido y que, por lógica, están acostumbradas. Comportarse con el resto de un modo u otro únicamente es un hábito, el cual se puede cambiar y mejorar.
Básicamente, el comportamiento ante una situación conflictiva se puede dividir en tres tipos: pasivo, asertivo y agresivo.
El primer paso para adoptar un comportamiento asertivo es evitar ser agresivo o pasivo. De este modo, evitando comportamientos agresivos y pasivos, se logra ser más asertivo.
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En el presente artículo se darán algunos consejos para no actuar de modo pasivo.
¿En qué consiste el comportamiento pasivo?
El comportamiento pasivo consiste en no expresar un desacuerdo o dar tu opinión ante una situación con la que se discrepa.
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¿Por qué es nocivo?
Este comportamiento es doblemente nocivo por los siguientes motivos:
- La persona se somete algo que no le agrada. Esto provoca que la persona esté a disgusto con una determinada situación, lo cual, a la larga, puede desencadenar un conflicto.
- No se aporta información sobre la discrepancia. Callar supone que el otro no va a obtener ninguna información sobre lo que molesta, por lo que lo más seguro es que siga realizando esa conducta molesta porque no sabe que es molesta.
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Pautas para no ser pasivo
Algunas pautas para no ser pasivo son:
- Si deseas o quieres algo, pídelo. Hay que recordar, de nuevo, que el otro no es adivino y tampoco tiene la habilidad de leer nuestra mente e intenciones. No esperes a que el otro tome la iniciativa si se quiere hacer algo. Tomar la iniciativa no es el deber de la pareja, sino el de uno mismo. En los casos en los que el otro proporcione una negativa, es conveniente no enfadarse y razonar el motivo de la misma. De este modo, se debe escuchar siempre al otro y si no aporta motivos, se deben preguntar y no suponer. En este punto, hay que considerar que el otro puede decir que no. Esto no es negativo, pues puede que tenga una serie de razones en las que no se había pensado y que son perfectamente lícitas. Además hay que considerar que una negativa únicamente nos sitúa en el punto de partida del principio y que el resultado de la misma es similar al que se obtendría de no decir nada. Asimismo, hay que pensar que el otro no tiene la capacidad de cumplir todos nuestros deseos y que, al igual que se debe decir que no cuando no se está de acuerdo, el otro tiene también todo el derecho a emitir una negativa.
- Explica cómo te sientes. Muchas veces se adopta una actitud pasiva, y no se dice nada, cuando el otro ha hecho o ha dicho algo que nos molesta o con lo que no estamos de acuerdo. Dado que el otro no es adivino, esta molestia se le debe comunicar con el fin de que cese. El mejor modo de hacerlo es comunicarlo sin recriminar, de tal modo que se le haga ver al otro tu punto de vista, como te afecta este comportamiento y cómo te sientes. En la mayoría de las ocasiones las personas no actúan mal a cosa hecha, sino porque creen que ese es el modo adecuado. Si no se les comunica que lo que hacen causa malestar, jamás lo sabrán. Una vez que el otro escuche cómo te sientes y tu punto de vista, se dará cuenta de que su modo de actuar es perjudicial y cambiará de conducta.
- Antes de suponer, es mejor preguntar. Si no se comprende el porqué el otro ha hecho o dicho algo, lo más adecuado es preguntar abiertamente. Si el otro no es adivino, nosotros tampoco lo somos e intentar obtener una respuesta únicamente por la expresión facial o por el comportamiento del otro es como intentar leer la mente. El único modo de saber la respuesta ante algo que no se comprende es preguntando.
- Di no. Al igual que es adecuado tomar la iniciativa, otro modo de no ser pasivo es decir que no a las iniciativas que tome el otro y con las que no se esté de acuerdo. Una negativa no tiene porqué ser desagradable si se exponen los motivos (que seguramente sean bien acogidos cuando se comprendan).
En el próximo artículo se tratará la conducta agresiva, cómo afecta a la comunicación y las pautas para evitar este tipo de comportamiento.
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