
A nivel coloquial, en determinados documentos administrativos y en los medios de comunicación, es costumbre referirse a sexo (hombre-mujer, generalmente) o género (hombre-mujer o femenino-masculino) indiscriminadamente y, en numerosas ocasiones, se utilizan como sinónimos. Pero, ¿es esto correcto? ¿Son en realidad sinónimos o hay diferencias entre ambos términos? Y si las hay, ¿sabes realmente la diferencia entre sexo y género?
En el presente artículo se explicará cada uno de estos conceptos y las diferencias entre ambos.
¿Qué es el género de una persona?
Se entiende por género el conjunto de características de las personas que los distingue entre masculinos y femeninos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el género como “los roles socialmente construidos, comportamientos, actividades y atributos que una sociedad considera como apropiados para hombres y mujeres”.
Es decir, el género es la autopercepción que tiene una persona de sentirse hombre o mujer. Esto repercute en la existencia de diferencias, desigualdades sociales entre hombres y mujeres, estereotipos y prejuicios, las cuales son producto del aprendizaje social en un entrono determinado.
El género es un concepto social
¿Qué es el sexo de una persona?
El sexo de una persona no es el número de veces que mantiene relaciones sexuales. Este término se define como la expresión biológica y natural que posee cada persona y que se hace patente en la formación de los genitales y caracteres sexuales secundarios (pechos en mujeres, barba en hombres, etc.).
El sexo es un concepto biológico
El sexo, por tanto, viene determinado a nivel biológico y genético. En concreto, en el caso de los humanos, por un par de cromosomas denominados cromosomas sexuales. Los cromosomas sexuales determinan el sexo que va a tener un individuo antes de su nacimiento. Los cromosomas sexuales son X e Y.
En el caso de las mujeres el sexo es femenino y está determinado por la unión de dos cromosomas X. En el caso de los hombres el sexo se denomina masculino y está determinado por la unión de un cromosoma X y un cromosoma Y. Por ello, el sistema de determinación sexual en humanos se denomina “sistema X-Y”.
¿Existen solo dos géneros?
Es lógico pensar que el género es femenino o masculino, pero, ¿existen más géneros que el masculino o el femenino?
El género como concepto social deriva del sexo que es una condición biológica. En este sentido, dado que el sexo de cada persona es masculino o femenino, el género ha derivado en una clasificación similar. Esto ocasiona inevitablemente una socialización de lo biológico, es decir, del sexo y, a su vez, una biologización de lo social, es decir, del género. De este modo, el sexo adopta erróneas connotaciones sociales, y el género, biológicas, cuando en realidad no es así. Por ello, se concluye falsamente que el género es binario, es decir, que únicamente existe el género masculino o femenino. Esto es erróneo y son muchas las culturas que reconocen la existencia de más de dos géneros, de hecho, hay personas que alternan entre varios géneros.
Existen más de dos géneros
Los individuos que fluyen entre los dos géneros binarios son denominados “gender fluid”, adjetivo que, traducido del inglés, significa “género fluido”.
¿Existen solo dos sexos?
Dado que el sexo es algo biológico, también puede resultar obvio que este se reduzca a los dos extremos: hombre o mujer, según los genitales que presenten y los cromosomas (XX en mujeres y XY en hombres).
Existen más de dos sexos
Pero esto, aunque es cierto, no resulta del todo exacto, dado que existen casos en los que la carga genética (XX o XY) no coindice con los genitales. Es decir, el genotipo (carga genética) es diferente del fenotipo (manifestación fisiológica de la carga genética, en este con, los genitales y caracteres secundarios). Esto puede ocurrir por determinadas alteraciones hormonales, malformaciones, etc.
Asimismo, existen variabilidades genéticas diferentes del XX e XY. Es el caso de condiciones tales como el hermafroditismo verdadero, que es un tipo de intersexualidad por la que una sola persona tiene células XX e XY en porcentaje variable y que, por consiguiente, aunque únicamente presenta un tipo de genitales (vagina o pene) posee tejido de ambos o deficiente desarrollo de los mismos.
Otra condición genética diferente del sistema X-Y es el síndrome de Turner o monosomía X. Se trata de una alteración cromosómica provocada por la ausencia total o parcial de un cromosoma X. De este modo, la persona, en lugar de poseer dos cromosomas X (XX), únicamente posee uno (X0). Dada la ausencia de un X o de un Y la persona tiene aspecto físico de mujer.
Otra variabilidad genética es el síndrome de Klinefelter (SK). Se trata de una mutación cromosómica por la que la persona posee dos cromosomas X y un cromosoma Y (XXY). Por lo general el aspecto fisiológico es de hombres y, en ocasiones, parece asintomático, y no saben que padecen esta condición hasta la edad adulta al presentar infertilidad. Aunque el XXY es lo más común, aproximadamente un 20 % de los casos aparecen variantes como 48 comosomas (XXXY) y, en el 5% de los casos, 49 cromosomas (XXXXY).
Asimismo, otro ejemplo es el síndrome XYY (o síndrome del superhombre). Se trata de una variabilidad genética por la que un hombre, en lugar de presentar un único cromosoma Y, presenta dos. Es decir, en lugar de ser XY es XYY.
¿Coincide siempre el género con el sexo?
La respuesta a esta pregunta es “no”. Dado que el sexo es biológico y el género cultural, éstos no tienen por qué coincidir. De este modo, puede haber personas con sexo XX o femenino y género masculino, o personas con un sexo XY y género femenino. El género es el modo en el que alguien se siente a nivel social, hombre o mujer, independientemente de sus genitales o su aspecto físico.
En conclusión, aunque coloquialmente y a nivel administrativo sea frecuente la utilización de sexo o género indiferenciadamente, existen grandes diferencias al respecto entre ambos términos.
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