
Existen patologías en las cuales que la persona que la padece no es consciente de estar afectada. Ocurre en trastornos tales como algunos tipos de Alzheimer, demencias, o trastornos psicóticos. Esta circunstancia se denomina anosoagnosia y se trata de la condición patológica por la que los pacientes no tienen percepción de sufrir ningún tipo de patología.
Este estado es fácilmente imaginable en ejemplos anteriores como en demencias o determinadas psicosis en las que la persona pierde el contacto con la realidad. ¿Pero sería posible en otro tipo de patología neurológica o cognitiva que, aun teniendo la persona contacto con la realidad, no reconozca su propia patología? La respuesta es afirmativa y, de hecho, esto es lo que ocurre en el Síndrome de Anton, una agnosia visual.
¿Qué es el síndrome de Anton?
El Síndrome de Anton es una agnosia visual, es decir, una patología por la cual una persona no es capaz de ver aunque tenga el sistema ocular intacto. Los ojos de estas personas, por tanto, no presentan ningún daño ni interno ni externo y funcionan con normalidad. Asimismo, las pupilas reaccionan a la luz y el reflejo está preservado. La ceguera (en la mayor parte de los casos, total) se produce por la lesión en las zonas cerebrales que procesan la información visual.
El Síndrome de Anton es una agnosia visual
La peculiaridad de este tipo de agnosia visual con respecto a otras es que las personas que las presentan padecen además anosoagnosia, es decir, que no reconocen que padecen una patología. De este modo, los pacientes se niegan a admitir o reconocer que tienen falta de visión y se comportan como si su situación de ceguera fuese inexistente. Así, describen objetos, situaciones imaginadas (ya que no pueden verlas realmente) y se mueven con normalidad, lo que da lugar a numerosas caídas y accidentes. También es frecuente que el Síndrome de Anton se acompañe de alucinaciones diversas.
El Síndrome de Anton se presenta con anosoagnosia
¿Pero en realidad ven?
Las personas con Síndrome de Anton no ven realmente. Son totalmente ciegas. No obstante, ellas afirman y creen ver, por lo que llevarles la contraria resulta imposible. Esta particularidad es propia de esta patología y no se conoce por qué ocurre. Tampoco se conoce lo que realmente creen ver, si se trata de alucinaciones, imaginaciones, etc.
¿Por qué ocurre?
El Síndrome de Anton se produce, como el resto de las agnosias visuales, por una lesión cerebral, ya sea un trastorno cráneo encefálico (TCE), un accidente cerebro vascular (ACV) o un tumor cerebral. La lesión en concreto se produce en la corteza cerebral occipital.
El Síndrome de Anton se produce por una lesión cerebral
¿Tiene solución?
El Síndrome de Anton, como el resto de las agnosias visuales, no tiene un remedio total. El tratamiento se basa en la rehabitación neurointegral, aunque la condición de anosoagnosia complica el tratamiento, el cual debe apoyarse en gran medida en terapia psicológica.
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