
Hablar en sueños, murmurar, rechinar los dientes o incluso deambular mientras se duerme son conductas que pueden formar parte de los trastornos sueño-vigilia.
¿Quiere saber más sobre ello? Continúe leyendo el siguiente artículo.
¿Qué son los trastornos sueño-vigilia?
Los trastornos sueño-vigilia son problemas relacionados con dormir y con el sueño que perjudican en la vida diaria de la persona afectada, ya sea a nivel, familiar, laboral, social o en su felicidad.
Los trastornos sueño-vigilia son problemas relacionados con dormir y con el sueño
Estos trastornos incluyen desde dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormido, hasta quedarse dormido en momentos inapropiados, dormir en exceso y/o conductas anormales durante el sueño. Este tipo de trastornos vienen recogidos tanto en la CIE como en el DSM.
La CIE define los trastornos sueño-vigilia como un conjunto de trastornos que se manifiestan en comportamientos asociados a disfunciones fisiológicas y a factores somáticos.
Entre los trastornos sueño-vigilia se distinguen las disomnias frente a las parasomnias.
- Las disomnias: son trastornos primariamente psicógenos en los que la alteración predominante consiste en la afectación de la cantidad, calidad o duración del sueño, debida a causas emocionales. Por ejemplo el insomnio, el hipersomnio (hipersomnia o exceso de sueño) y los trastornos del ritmo de sueño-vigilia.
- Las parasomnias: son trastornos episódicos durante el sueño, los cuales, durante la infancia, están relacionados por lo general con las fases del desarrollo del niño; mientras que en la madurez son fundamentalmente psicógenos, tales como el sonambulismo, los terrores nocturnos y las pesadillas.
En muchos casos una alteración del sueño es un síntoma de otro trastorno mental o somático. Incluso cuando un trastorno específico del sueño aparece como clínicamente independiente, pueden presentarse una serie de factores psíquicos o somáticos que hayan contribuido a su aparición. Por ello, es importante acudir a un especialista cuando se detecte la presencia de algún tipo de trastorno de sueño.
En muchos casos una alteración del sueño es un síntoma de otro trastorno mental o somático
¿Cuáles son los principales trastornos sueño vigilia?
La CIE distingue los siguientes trastornos sueño-vigilia:
- Insomnio no orgánico.
- Hipersomnio no orgánico.
- Trastorno no orgánico del ciclo sueño-vigilia.
- Sonambulismo.
- Terrores nocturnos.
- Pesadillas.
- Otros trastornos no orgánicos del sueño.
- Trastorno no orgánico del sueño de origen sin especificación.
La CIE realiza esta clasificación atendiendo a los trastorno que no son orgánicos del sueño, ya que los de carácter orgánico los recoge en diferentes categorías dependiendo del origen del trastorno.
Sin embargo, el DSM-V recoge tanto trastornos de sueño-vigilia orgánicos como no orgánicos:
- Trastornos de insomnio.
- Trastornos por hipersomnia
- Trastornos del sueño relacionados con la respiración.
- Parasomnias.
¿Por qué ocurren?
Dado que hay más de 100 trastornos de sueño-vigilia diferentes, las causas pueden ser muy diversas. Muchos de ellos se derivan de malos hábitos de sueño, y otra gran parte por el abuso de fármacos para dormir, los cuales, paradójicamente, causan tolerancia, siendo necesaria una mayor dosis para dormir, conducta muy difícil ya de recuperar por sí misma si ha estado durante demasiado tiempo bajo el control farmacológico. Por este motivo nunca se debe automedicarse. Los medicamentos y fármacos para dormir deben ir siempre bajo prescripción del especialista.
Las causas y origen de los trastornos de sueño son muy diversas y necesitan un estudio profesional
Por ello, es recomendable que se visite a un profesional si se detectan o padecen problemas de sueño. Existen unidades hospitalarias especializadas en la detección de trastornos de sueño y tratamiento. Estas unidades realizan una serie de estudios para determinar el diagnóstico exacto, es decir, conocer el trastorno del que se trata y su origen, con el fin de prescribir un tratamiento adaptado a las necesidades específicas de cada persona.
¿Qué consecuencias tienen los trastornos sueño-vigilia? ¿Son graves?
Los trastornos sueño-vigilia no entrañan peligro de muerte. Excepcionalmente, hay patologías como el Insomnio Familiar Fatal (IFF) cuyo pronóstico es mortal, pero se trata de una demencia que se manifiesta con problemas de sueño, es decir, los trastornos de sueño asociados son secundarios a la demencia y no se trata de un trastorno de sueño primario en sí. Otras patologías con un mal pronóstico pueden provocar, asimismo, problemas en el sueño, pero estos problemas no son la causa de la gravedad patológica.
No obstante, los trastornos de sueño pueden ser muy molestos, afectar a la salud en general de la persona que los padece y deteriorar gravemente su calidad de vida. Dolor de cabeza, cansancio, dolor muscular, irritabilidad, problemas de concentración y/o memoria, debilidad e incluso tristeza o desánimo son las repercusiones más frecuentes de sufrir problemas de sueño.
En ocasiones, no se conoce bien donde empieza y termina el límite entre la causa y la consecuencia. Es decir, es posible que una mala calidad de sueño provoque tristeza, pero también es posible que un trastorno o episodio del estado de ánimo cause problemas de sueño. Así, el dolor generalizado puede deberse a una mala calidad de sueño o el problema de sueño deriva del dolor generalizado, el cual proviene de otro tipo de problema. Por ello, acudir a un profesional que pueda delimitar el diagnóstico y el origen del problema resulta fundamental para su solución.
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