
La eyaculación retardada es un tipo de dificultad para eyacular.
Se trata de una disfunción sexual que afecta a nivel psicológico y que puede deteriorar en gran medida la calidad de vida de la persona que lo padece.
Como se comentó en el artículo anterior (Disfunciones del orgasmo masculino), existen diferentes tipos de disfunciones en el orgasmo masculino: eyaculación retardada, eyaculación retrógrada y aneyaculación.
En el presente artículo se tratará la eyaculación retardada.
¿Qué es la eyaculación retardada?
La eyaculación retardada consiste en la dificultad de incitar la respuesta orgásmica masculina y de ejecutar su reflejo eyaculatorio correspondiente, de modo que se produce una gran dificultad para eyacular cuando existe una estimulación suficiente del pene.
¿Por qué ocurre?
Las causas de la eyaculación retardada pueden tener un origen psicológico, fisiológico, farmacológico o pueden estar relacionadas con la edad.
¿Cómo influye la edad?
La edad provoca determinados cambios psicológicos y de comportamiento que influyen en la conducta sexual. Esto ocurre porque con la edad se produce un envejecimiento cerebral progresivo que puede afectar a zonas del sistema nervioso implicadas en la conducta sexual.
No obstante, la edad ocasiona que el hombre sea naturalmente menos propenso a una eyaculación rápida con el contacto sexual (Crenshaw, 1980), ya que necesita incrementar la estimulación para conseguir la excitación y siente una menor necesidad de eyacular que se suele percibir como una reducción gradual en la sensibilidad, apareciendo una eyaculación más espaciada.
Este fenómeno es normal y se denomina “eyaculación diferida”. Se trata pues de una evolución normal de la fisiología masculina que, como el metabolismo u otros procesos fisiológicos, sufre cambios con la edad.
La eyaculación diferida es una evolución normal de la fisiología masculina
La diferencia, por tanto, entre la eyaculación diferida y la eyaculación retardada es que el primer caso es un proceso natural del desarrollo humano, que no tiene porqué causar malestar, y el segundo caso es una disfunción patológica que causa un gran malestar.
Asimismo, en la eyaculación retardada no se experimenta una disminución de la sensibilidad sexual gradual y ligera, percepciones presentes en la eyaculación diferida, sino que se experimenta una incapacidad para eyacular.
En resumen: la eyaculación diferida no es un trastorno ni una disfunción sexual y aparece a lo largo de la vida del hombre, mientras que la eyaculación retardada es una disfunción que se puede manifestar en el comienzo de la vida sexual del hombre o a lo largo de la misma, independientemente de la edad.
¿Cómo influyen los fármacos?
Existen numerosos fármacos (sobre todo fármacos psicoactivos) que provocan alteraciones y/o disfunciones sexuales en general y del orgasmo en particular.
Muchos psicoactivos provocan alteraciones sexuales
Los principales fármacos que pueden provocar eyaculación retardada son: diuréticos, antidepresivos (todos los antidepresivos del grupo de Inhibidores Selectivos de Serotonina, o ISRS, provocan directamente eyaculación retardada en mayor o menor grado), algunos antihipertensivos, algunos tranquilizantes, hormonas (como corticoides o estrógenos) y el alcohol (el 25% de las personas alcohólicas presentan eyaculación retardada).
Generalmente, el cese de la ingesta de este tipo de medicamentos suele acabar con el problema, aunque muchos psicoactivos (como el alcohol) pueden tener efectos irreversibles.
Es muy importante que no se deje de tomar un medicamento por iniciativa propia, sino que se acuda al profesional correspondiente.
Si se comienza a padecer eyaculación retardada y se sospecha que es debido a la ingesta de un determinado fármaco, se debe acudir al especialista para que evalúe la situación y cambie el tipo de medicamento por otro que no tenga este tipo de efectos indeseables.
Causas fisiológicas
Son muy pocos los casos de eyaculación retardada los que son debidos a factores fisiológicos (Reckler, 1985), aunque es posible que estos estén presentes en algunas circunstancias o que precipiten o mantengan el problema.
Son pocos los casos de eyaculación retardada debidos a factores fisiológicos
Los principales factores orgánicos que provocan eyaculación retardada son: la existencia de una lesión medular (68,9% de los casos en los que había un factor fisiológico implicado) y Diabetes Mellitus (0,4% de los casos en los que había un factor fisiológico implicado).
La enfermedad vascular periférica también puede afectar a la eyaculación y ser parte responsable de este trastorno.
A pesar de que las cusas fisiológicas no suelen ser las responsables de esta disfunción, es conveniente y necesario realizar un examen que permita descartar su influencia en el desarrollo y mantenimiento del problema, con el fin de descartar las mismas o detectarlas, y comenzar un tratamiento adecuado que mejore y/o elimine el problema.
Causas psicológicas
La eyaculación retardada, como se ha comentado, puede tener un origen fisiológico o estar relacionada con la ingesta de fármacos o por la edad.
Pero si hay que señalar a un responsable principal de la aparición y el mantenimiento de la misma, este es el factor psicológico.
Por consiguiente, la eyaculación retardada suele ser, en la mayor parte de los casos, de origen psicológico.
Para conocer qué elemento psicológico está causando esta disfunción se debe realizar una evaluación que permita identificarlo.
En ocasiones se trata de un único factor, mientras que en otras ocasiones son varias las causas que están provocando el problema.
Los prejuicios con respecto a la actividad sexual (ideología, moral, religión, creencias erróneas, etc.), problemas en la pareja o la falta de comunicación en la pareja pueden ser factores causantes de la eyaculación retardada.
No obstante, por lo general, las dos principales causas de la eyaculación retardada son la distracción y el control excesivo.
“No me centro”
Como se ha comentado, una de las principales causas de la eyaculación retardada es lo que se denomina “distracción”.
Hay personas (tanto hombres como mujeres) a las que les es difícil concentrase en las sensaciones sexuales procedentes de la estimulación genital.
Esta circunstancia en hombres puede provocar eyaculación retardada y anorgasmia en mujeres.
En estos casos, la persona se concentra más en asuntos ajenos a la relación sexual que al disfrute de la misma.
Esta situación ocurre por diferentes factores tales como el estrés, la falta de aprendizaje en la identificación de estímulos sexuales, o la tendencia a concentrase en asuntos ajenos al sexual.
La distracción no es sinónimo de inapetencia sexual, sino que se relaciona con un detrimento del interés sexual en pro de intereses extrasexuales, ya sea debido a que no se le da prioridad al sexo o por sufrir un gran estrés o problemas externos que se priorizan y acaparan toda la atención.
En ocasiones, la persona que padece el fenómeno de distracción es consciente de ello, pero no siempre, ya que determinados problemas relacionados, sobre todo con el estrés, puede hacer que la persona no esté centrada en el acto sexual sin que se percate de ello.
Muchas personas han pasado por un proceso muy estresante que les ha desencadenado el problema y que, tras superar el período de estrés, continúan con la disfunción sexual.
Esta circunstancia es muy frecuente y ocurre porque el organismo condiciona la respuesta sexual. Es decir, la disfunción se manifiesta por el estrés, el organismo responde con dificultades en eyacular, el organismo se acostumbra a actuar de ese modo y, cuando el estrés desaparece, se sigue produciendo la misma respuesta.
“Soy un controlador”
Otra de las causas psicológicas responsables de la eyaculación retardada es el control excesivo.
Esto ocurre porque la persona tiene un hipercontrol en la relación sexual y frena el progreso natural hacia el orgasmo.
Generalmente esta circunstancia no aparece de modo consciente, ya que la mayoría de estos comportamientos son inherentes al modo de actuar o a la personalidad.
Un control excesivo impide que el organismo se relaje y que curse su ritmo natural, interfiriendo en el funcionamiento normal autonómico, por lo que se impide el reflejo orgásmico.
El control excesivo puede deberse a varias circunstancias:
–Personalidad: Hay personas cuya personalidad es muy controladora, lo cual, como no puede ser de otra forma, se refleja en sus relaciones sexuales.
En ocasiones la persona es consciente de ello, pero en otras la persona no detecta que tiende a controlar su entorno.
–Falta de espontaneidad: El control excesivo puede deberse al miedo de ser espontáneo o la evitación de serlo por diversas razones (personalidad, conducta instaurada, etc.).
–Responsabilidad: Muchas personas se perciben como responsables del acto sexual, de modo que creen que la satisfacción o la buena marcha del mismo depende de ellos.
Esto genera una preocupación (por lo general no consciente) en complacer a la pareja, impidiendo el progreso normal del orgasmo.
Aunque parezca contradictorio, la inquietud en satisfacer a toda costa al otro provoca problemas de eyaculación, ya sea en forma de eyaculación retardada como eyaculación precoz.
¿Tiene solución?
El pronóstico de la eyaculación retardada depende de las causas que la provoquen.
Si las causas son fisiológicas es necesario partir del tratamiento del problema que está causando la disfunción con el fin de mejorar o eliminar la misma.
En función del tipo o de la gravedad de la alteración fisiológica que está causando la disfunción, el pronóstico puede ser más o menos favorable.
Si la eyaculación retardada está provocada por la ingesta de laguna sustancia, es necesario acudir a un profesional para que trascriba otro medicamento que no cause este efecto indeseable.
En la mayor parte de los casos, la eyaculación retardada remite con el cese de la ingesta del fármaco que la está provocando.
La eyaculación retardada provocada por factores psicológicos tiene muy buen pronóstico, siendo en la mayor parte de los casos solucionable con una intervención y un tratamiento profesional.
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