
El estrés es un viejo conocido para todos. Actualmente, el estrés parece estar presente en el día a día y ser el compañero de trabajo de muchos. Pero el estrés no es siempre negativo y tampoco es siempre patológico.
En el presente artículo se tratan los tipos de estrés que existen y cuando se puede considerar el estrés como patológico.
Tipos de estrés
Uno de los grandes mitos que rodean al estrés es que siempre está asociado a una circunstancia negativa y que, además, conlleva consecuencias negativas. Esto es cierto sólo en parte, ya que en muchas ocasiones el estrés se desencadena a raíz de algo positivo y no siempre sus consecuencias son negativas.
El concepto de estrés está tan instaurado en la sociedad que aparenta ser el responsable de los males de ésta. Todo aquello cuya causa es desconocida y que provoca un malestar parece deberse al estrés. Por ello, es importante que se conozca que el estrés no es siempre negativo.
El estrés no es siempre negativo
En relación a esto, se diferencian dos tipos de estrés: el eustrés y distrés.
• Distrés. Se denomina distrés o estrés negativo a la respuesta que una persona tiene ante una situación que lo supera. Este tipo de estrés provoca cansancio, fatiga y desgaste psicológico. Es el estrés más conocido y resulta muy perjudicial para la salud, tanto física como mental. Este tipo de estrés surge en situaciones tales como un conflicto o una gran carga de trabajo.
El distrés es el estrés negativo
• Eustrés. Se denomina eustrés o estrés positivo a la respuesta que surge de modo natural en las personas cuando responden a una situación que requiere una activación y un esfuerzo elevado para ser resueltas. Se trata de un proceso de activación natural que es necesario a nivel biológico para adaptarse a diferentes situaciones vitales. Este tipo de estrés es el que aparece en situaciones como estudiar para un examen o realizar una actividad laboral de mayor esfuerzo cuya duración es limitada. El eustrés se percibe como una sensación de apremio que activa a las personas y que las hace más eficaces (para estudiar un examen, por ejemplo).
El eustrés es el estrés positivo
El estrés positivo es la respuesta que nos capacita para afrontar situaciones difíciles, en la que se tienen que utilizar más recursos y sus consecuencias son positivas, ya que supone una ocasión para superar una situación difícil, lo cual aumenta la capacidad de autopercepción positiva y de competencia y, por consiguiente, la autoestima.
Tengo estrés ¿Tengo un trastorno?
El estrés es un habitual del día a día en la mayor parte de las personas. En la mayoría de las ocasiones el estrés no es un trastorno, es decir, no es patológico. Cuando el estrés, en cambio, se vuelve patológico puede ser muy perjudicial, ya que repercute tanto en el estado de salud física como mental.
Para saber si se está sufriendo estrés patológico es conveniente hacerse las siguientes preguntas:
• ¿Tengo alguna de estas sensaciones físicas frecuentemente?: opresión en el pecho, malestar estomacal, dolor de cabeza, sudoración (sobre todo en la palma de las manos), palpitaciones, dificultad para tragar o para respirar, sequedad de boca, temblor corporal, manos y pies fríos, tensión muscular (dolor de espalda, cuello, etc.), tensión arterial alta, falta o aumento de apetito, diarrea o estreñimiento y/o fatiga.
• ¿Tengo alguna de estas sensaciones emocionales frecuentemente?: inquietud, nerviosismo, ansiedad, temor, angustia, cansancio, deseos de llorar y/o un nudo en la garganta, irritabilidad, preocupación constante, sensación de que la situación nos supera, dificultad para tomar decisiones, dificultad para concentrarse, disminución de la memoria, lentitud de pensamientos y/o cambios de humor constantes.
• ¿He experimentado cambios en la conducta tales como?: moverme constantemente, presión de dientes o mandíbula, problemas sexuales, comer en exceso o dejar de comer, dormir en exceso o sufrir de insomnio, y/o irritabilidad (conducir, expresarse, etc.).
Si la mayor parte de las respuestas a las preguntas son afirmativas, es muy probable que se esté padeciendo estrés patológico.
¿Cuándo tengo que acudir a un profesional?
Si sospecha de que padece estrés y que éste es patológico, es necesario acudir al profesional cuando el estrés esté causando malestar significativo o deterioro en las áreas social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento y, por consiguiente, que el estrés esté afectando negativamente a la calidad de vida.
En el siguiente artículo se tratarán las posibles consecuencias del estrés y cómo prevenirlas.
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