
El estrés no necesita presentación. Dado el actual estilo de vida y su consecuente ritmo, la mayor parte de las personas lo han sufrido al menos una vez en sus vidas o frecuentemente, como parte habitual del día a día.
Cierto es que el término estrés se ha normalizado y forma parte del vocabulario coloquial. Esto dificulta conocer el comienzo y el final del término, ya que se ha producido una patologización y a la vez una minimización del concepto de estrés. De este modo, muchos estados de nerviosismo natural son catalogados coloquialmente como estrés normal y muchos episodios patológicos de estrés son, asimismo, considerados como estrés normal.
En el presente artículo se tratará el estrés, sus diferencias con la ansiedad y los mitos sobre el mismo.
¿Qué es el estrés?
El estrés es una respuesta de agotamiento mental que surge por la exigencia de un rendimiento que sobrepasa a la persona desbordando sus recursos.
El estrés y la ansiedad ¿en qué se diferencian?
Los síntomas del estrés son muy similares a los de la ansiedad (aumento de la tasa cardíaca, de la tensión muscular, de la respiración y de adrenalina, etc.), por lo que es frecuente que muchas personas confundan estados ansiosos con estados estresantes. Además las conductas que aparecen ante ambas situaciones también son muy similares ya que tanto el estrés como la ansiedad están encaminados a evitar situaciones que se consideran dañinas o peligrosas. En este sentido, aunque ambos estados pueden ser patológicos, el trastorno de estrés agudo es diferente al trastorno de ansiedad.
A continuación se señalan las principales diferencias entre el estrés y la ansiedad:
DIFERENCIA 1: TIEMPO. En el estrés la situación está ocurriendo y se mantiene en el tiempo (por ejemplo, un exceso de trabajo), mientras que la ansiedad surge antes de que la situación se produzca (por ejemplo, una reunión la próxima semana). El estrés se produce cuando una situación supera a la persona. La ansiedad se produce ante el pensamiento de algo que aun no ha ocurrido. El estrés es una exuberancia de presente, mientras que la ansiedad es una exuberancia de futuro.
DIFERENCIA 2: SITUACIÓN. La ansiedad es un tipo de miedo en el que el estímulo que lo provoca no está presente. En el estrés no existe miedo, sino preocupación.
DIFERENCIA 3: CAUSA. La causa del estrés es fácilmente identificable (por ejemplo, tengo mucho trabajo), pero la causa de la ansiedad muchas veces es desconocida.
DIFERENCIA 4: SENSACIÓN. En el estrés se tiene una sensación de preocupación que, prolongado en el tiempo produce nerviosismo, frustración e incluso puede derivar en el Síndrome de estar quemado. La ansiedad produce miedo, que prolongado en el tiempo puede derivar en un cuadro de miedo generalizado e incluso producirse un ataque de pánico.
DIFERENCIA 5: INTRÍNSECO VS. EXTRÍNSECO. Es estrés es extrínseco, ya que se desencadena por algo externo. La ansiedad es intrínseca, ya que se desencadena por los propios pensamientos. En el estrés surge porque no se es capaz de abordar una serie de acontecimiento. La ansiedad surge porque se anticipa un hecho del futuro que un no ha ocurrido como catastrófico.
DIFERENCIA 6: DURACIÓN. El estrés finaliza cuando el estímulo o estímulos estresantes se terminan. La ansiedad suele perdurar aunque el estímulo haya finalizado.
Mitos sobre el estrés
El término estrés está tan presente que, en ocasiones, parece que todo va referido al mismo. En este sentido, el estrés parece ser el gran villano responsable de los males diarios. Pero, aunque es conocido que el estrés puede ser el desencadenante de muchos procesos patológicos, no es el responsable de todos. De este modo, es común que, cuando no conozcamos la causa de un malestar, se lo achaquemos al estrés.
A continuación se señalan los mitos más frecuentes sobre el estrés:
• El estrés lo provoca una situación en concreto, en la cual una persona se ve envuelta sin que nada pueda hacer al respecto. Falso. Las personas no se encuentran pasivas ante el estrés, sino que su posición es activa. Asimismo, el estrés se puede controlar.
• Hay situaciones estresantes para todas las personas, como un determinado trabajo, un conflicto, una separación, etc. Falso. Una misma situación puede ser más o menos estresante dependiendo de la persona que la viva.
• El estrés lo provocan situaciones negativas. Falso. El estrés surge de algo que sobrepasa a una persona, pudiendo ser algo negativo o positivo. De este modo, unas vacaciones, un viaje o algo que objetivamente se perciba como positivo puede generar estrés. Además, el estrés en sí mismo no tiene porqué ser siempre negativo, ya que existen varias clases de estrés.
• El estrés es lo mismo que la ansiedad. Falso. Como ya se ha señalado, el estrés es una respuesta de agotamiento mental y la ansiedad es una emoción humana que surge cuando se percibe un peligro o una amenaza, ya sea real o imaginaria, no inminente.
• El estrés es independiente de la depresión. Falso. El estrés puede aparecer conjuntamente con la depresión, de hecho, la comorbilidad (es decir, la afinidad entre estos dos trastornos) es bastante alta. Un estado prolongado de estrés puede derivar fácilmente en un cuadro depresivo.
• El estrés no aparece en situaciones de rutina y tranquilidad. Falso. Cualquier tipo de situación puede percibirse como estresante, a pesar de que otras personas la interpreten como algo rutinario y/o tranquilo.
En los siguientes artículos se tratarán los tipos de estrés, sus consecuencias y cuándo el estrés es patológico.
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