
Es posible pensar que cualquier persona sometida a mobbing, es decir, al acoso laboral, es consciente del mismo. Esto es cierto, pero sucede en las fases más avanzadas del proceso, ya que el acoso no suele aparecer de modo repentino sino que se trata de la puesta en marcha de una serie de estrategias sutiles que, en un principio, pueden pasar desapercibidas por la víctima.
¿Cómo puedo identificar el mobbing?
Si se percibe hacia uno mismo o hacia otro compañero las siguientes circunstancias, es muy posible que se esté sucediendo una situación de mobbing:
• Se perciben conductas psicológicamente agresivas de una persona o grupo de personas hacia otra.
• El carácter de estas conductas es sistemático y ocurren con frecuencia. Convencionalmente, el criterio estadístico es de una frecuencia mínima de una vez a la semana durante un período mínimo de seis meses.
¿Qué no es mobbing?
Hay que tener en cuenta que el trabajo es un entorno en el que el estrés es un habitual y en el que se convive día a día con personas con diferentes perspectivas y carácter. Por ello, es normal que surjan conflictos entre los trabajadores y malos entendidos.
De este modo, los habituales roces, las fricciones, las tensiones y hasta incidentes aislados propios de las organizaciones no constituyen acoso laboral.
En este sentido, no es mobbing:
• Una mala contestación. Aunque sea recurrente. Las personas maleducadas están presentes, por infortunio, en todas partes y el lugar de trabajo no queda exento de las mismas.
• Una amonestación de un superior. Aunque el superior grite, esto no es mobbing, sino una persona impresentable, con poca capacidad de liderazgo y de solución de problemas.
• Compañeros desagradables. Hay que tener en cuenta que es imposible que todas las personas nos agraden o que agrademos a todas las personas.
• Mal ambiente laboral. Hay entornos laborales desagradecidos, ya sea por la actitud de los superiores o de los compañeros. Esto puede crear tensión laboral o dificultar la comunicación, pero no constituye mobbing, únicamente se trata de un lugar de trabajo con mal ambiente laboral.
¿Qué tipo de comportamientos se producen en el mobbing?
Dado que se han tratado las circunstancias que no son acoso laboral, puede surgir la pregunta: “¿Qué tiene que ocurrir para que haya mobbing?” La respuesta es un acoso constante que finaliza con la anulación de la víctima. En este proceso se dan una serie de comportamientos perjudiciales tanto para la víctima como para la empresa.
Algunos de los comportamientos más comunes son:
• Acciones contra la reputación o la dignidad. Se trata de todas aquellas conductas que van encaminadas a dañar la dignidad y la reputación personal del trabajador afectado, por medio de la realización de comentarios injuriosos contra su persona, ridiculizándolo o riéndose públicamente de esta persona, de su aspecto físico, de sus gestos, de su voz, etc.
• Acciones contra el ejercicio del trabajo. Se trata de todas aquellas conductas por las que se utiliza la actividad laboral para dañar a la víctima. Algunos ejemplo son: encomendar una cantidad de trabajo excesiva o difícil de realizar, realizar un trabajo innecesario, monótono o repetitivo, realizar tareas para las que el individuo no está cualificado o encomendar tareas que necesitan una cualificación menor. Incluye también la privación de la realización del trabajo, enfrentando al individuo a situaciones capaces de generar conflicto de rol como, por ejemplo, negándole u ocultándole los medios para realizar un determinado trabajo o solicitándole demandas contradictorias o excluyentes.
• Acciones dirigidas a manipular la comunicación o la información. Se trata de las conductas por las cuales se daña al trabajador a través de la información laboral que le proporcionan, manteniendo al afectado en una situación de ambigüedad de rol. Algunos ejemplos son: no informar sobre distintos aspectos del trabajo (como sus funciones y responsabilidades), poca información de los métodos de trabajo a realizar, la cantidad y calidad del trabajo, etc. En estos casos la comunicación tiene un carácter hostil, tanto explícitamente (amenazas o críticas) como implícitamente (no dirigiéndole la palabra, no haciendo caso a sus opiniones, ignorando su presencia, etc.). Además es común que se utilice selectivamente la comunicación (para reprender o amonestar y nunca para felicitar).
• Acciones de iniquidad. Se trata de las conductas por las cuales se establecen diferencias de trato, distribución no equitativa del trabajo o desigualdades remunerativas.
Lo que las distintas investigaciones han puesto de manifiesto es que parece habitual que un individuo que es víctima de una situación de mobbing sea objeto, al mismo tiempo, de varios de los tipos de hostigamiento descritos.
Tipos de mobbing
Nadie está a salvo del mobbing, que puede afectar indistintamente a cualquiera de los niveles jerárquicos de la empresa y tanto a hombres como mujeres.
El acoso laboral se puede clasificar en tres tipos dependiendo del grado de jerarquía implicado: ascendente, horizontal o descendente:
1. Ascendente. Es el tipo de acoso por el que una persona que ostenta un rango jerárquico superior en la organización se ve agredida por uno o varios subordinados. Generalmente se produce cuando se incorpora a la empresa una persona del exterior con un rango jerárquico superior y sus métodos no son aceptados por los trabajadores que se encuentran bajo su dirección, o porque ese puesto es ansiado por alguno de ellos, de modo que los trabajadores hostigan a este superior. Otra causa sería aquella en la que un trabajador es ascendido a un puesto de responsabilidad en virtud del cual se le otorga la capacidad de organizar y dirigir a sus antiguos compañeros. La situación se complica si no se ha consultado previamente el ascenso al resto de trabajadores y éstos no se muestran de acuerdo con la elección, o si el nuevo responsable no marca unos objetivos claros dentro del departamento generando intromisiones en las funciones de alguno o algunos de sus componentes. En menor proporción puede desencadenarse el mobbing hacia aquellos jefes que se muestran arrogantes en el trato y muestran comportamientos autoritarios.
2. Horizontal. Es el tipo de acoso que se produce hacia un compañero de la misma categoría laboral. En este sentido hay que señalar que el comportamiento de los grupos no es el resultado de los comportamientos individuales de los individuos que lo componen, sino que el grupo se aparece con una nueva identidad que tiene su propio comportamiento. En el acoso horizontal un trabajador se ve acosado por un compañero con el mismo nivel jerárquico. El ataque puede producirse por problemas puramente personales, o bien porque alguno de los miembros del grupo sencillamente no acepta las pautas de funcionamiento tácitamente o expresamente aceptadas por el resto. Otra circunstancia que da lugar a este comportamiento es la existencia de personas físicas o psíquicamente distintas, y estas diferencias son explotadas por los demás simplemente por prejuicios o porque psicopáticamente consideran que es divertido o un modo de pasar el rato o mitigar el aburrimiento.
3. Descendente. Se trata del acoso que se produce desde un nivel jerárquico empresarial alto hacia uno más bajo. Por lo general, ésta es la situación más habitual. Se trata un comportamiento en el que la persona que ostenta el poder utiliza desprecios, falsas acusaciones e incluso insultos, con el fin de minar el ámbito psicológico del trabajador acosado para destacar frente a sus subordinados, para mantener su posición jerárquica o simplemente se trata de una estrategia empresarial cuyo objetivo es deshacerse, forzando el abandono “voluntario”, de una persona determinada sin proceder a su despido legal, ya que éste, sin motivo, acarrearía un coste económico para la empresa.
En el siguiente artículo se tratarán las fases en las que se sucede este acoso laboral y cómo provenirlo.
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