Parafilia. Parte 2: Cómo distinguir una parafilia

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En el artículo anterior se trataba el concepto de parafilia. En el presente artículo se aclara cómo distinguir una parafilia y sus tipos.

¿Cómo distinguir una parafilia?

Un comportamiento sexual no es una parafilia en las siguientes condiciones:

• Las conductas sexuales de esta persona son diversas y el comportamiento atípico no es una condición necesaria, obsesiva e indispensable para obtener placer sexual. Este comportamiento es un aliciente que únicamente incrementa la excitación sexual, por ejemplo.

• La conducta en cuestión está sujeta a voluntad. En ocasiones, cuando es posible la conducta se realiza y, en otras ocasiones, no.

• La conducta sexual atípica no supone un problema ni físico, ni psicológico ni económico para la persona, ni para las posibles personas implicadas en el comportamiento.

• Este comportamiento no afecta al funcionamiento diario normal de la persona.

• Las personas involucradas en el comportamiento lo realizan consensuadamente y de modo voluntario.

No todos los comportamientos sexuales atípicos son parafilias

Un comportamiento sexual es una parafilia en las siguientes condiciones:

• Las conductas sexuales de esta persona se limitan al comportamiento atípico, que es una condición necesaria, obsesiva e indispensable para obtener placer sexual.

• La conducta en cuestión no está sujeta a voluntad y se puede considerar como un impulso irrefrenable.

• La conducta sexual atípica supone un problema físico, psicológico o económico para la persona y/o para las posibles personas implicadas en el comportamiento.

• Este comportamiento afecta al funcionamiento diario normal de la persona.

• Las personas involucradas en el comportamiento no lo realizan consensuadamente y de modo voluntario.

Tipos de parafilias

Existen tantos tipos de parafilia como comportamientos sexuales no convencionales se puedan imaginar. No obstante el manual diagnóstico DSM-V recoge los siguientes comportamientos como parafilias:

• Trastorno de voyeurismo.

• Trastorno de exhibicionismo.

• Trastorno de frotteurismo.

• Trastorno de masoquismo sexual.

• Trastorno de sadismo sexual.

• Trastorno de pedofilia.

• Trastorno de fetichismo.

• Trastorno de travestismo.

• Otro trastorno parafílico especificado.

• Trastorno parafílico no especificado.

Existen tantos tipos de parafilia como comportamientos sexuales no convencionales se puedan imaginar

Obviamente, y como se ha comentado, este tipo de comportamientos (exceptuando la pedofilia que, obviamente, no cuenta con consentimiento ajeno) pueden ser o no un trastorno en dependencia de la condición en la que se produzca.

¿Debo acudir a un profesional si padezco una parafilia?

Siempre que se padezca una parafilia hay que acudir a un profesional especializado. El detonante más claro de la existencia de una parafilia frente a un comportamiento sexual atípico pero inofensivo es, sobre todo, el malestar que este tipo de conducta pueda desencadenar en la persona que la presenta o en su pareja.

De este modo, y obviando los comportamientos no consentidos o que ocasionan un daño real, la parafilia posee un carácter muy subjetivo y es esa sensación de malestar personal la que va a dictar, en última instancia, la necesidad de una intervención profesional.

Es fundamental acudir a un profesional si se siente malestar con un comportamiento sexual determinado

En los casos en los que el comportamiento no entrañe malestar ni daño para la persona que lo presenta o para su pareja y que no interfiera en su funcionalidad, cualquier tipo de comportamiento sexual, por muy extravagante que sea, no es más que una conducta más y tratar de evitarla puede ser el desencadenante del malestar real y, en definitiva, una privación de una fuente de placer personal que si no resulta dañina, su anulación carece de sentido.

 

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