
La mayoría de las personas conocen los celos, ya sea pasiva o activamente. A pesar de que los celos pueden manifestarse en cualquier entorno, ya sea familia, círculo de amigos o trabajo, por ejemplo, el contexto que más frecuentan es la pareja.
Si esta es su situación o quiere saber más sobre el tema, continúe leyendo.
¿Qué son los celos?
Por definición, los celos son una respuesta emocional que se produce cuando una persona percibe una amenaza sobre algo que considera como propio.
Los celos son una respuesta emocional
Si trasladamos esta definición al ámbito de pareja, empezamos mal. El mero hecho de considerar a la propia pareja como algo propio, no solo resulta reprobable, sino que se trata de una completa malinterpretación de lo que es, en realidad, una relación de pareja. En definitiva: un enorme error.
En este sentido, es absurdo pensar que alguien nos pertenece. Nadie es propiedad de nadie y tener esta idea es un gran fallo en la percepción o en la formación. Por ello, los celos constituyen una prisión para el amor, el cual, en lugar de manifestarse con afecto o pasión, lo hace con rabia e irritación, coartando por completo, de este modo, toda la expresión de amor que realmente se experimenta hacia el otro.
No obstante, los celos están presentes y son bastante frecuentes en las parejas. Unos de los grandes culpables de esta situación son, como no podía ser de otra forma, los mitos erróneos conforme a las relaciones de pareja en general y a los celos en particular, ya que desde pequeños nos educan para que creamos que los celos van unidos irremediablemente al amor. Esto último es falso. Los celos son una emoción que surge cuando existe un problema, ya sea con uno mismo o con el modo de gestionar las emociones y/o los conflictos. Asimismo, el sentimiento de celos es muy molesto y desagradable, tanto para el que los sufre como para el que los recibe.
Los celos no solo aparecen en el ámbito de la pareja
¿Por qué ocurren los celos de pareja?
Los celos de pareja pueden aparecer por motivos diversos. De este modo, una persona puede tener celos por una razón diferente a otra persona o combinarse varias cuestiones que los despierten.
Asimismo, no es extraño que una persona que nunca haya sentido celos con su pareja comience a experimentarlos a lo largo de la relación o con otra pareja diferente.
Los motivos principales por los que surgen los celos en una pareja son tres: la inseguridad, la baja autoestima y tener ideas erróneas sobre la vida en pareja.
En este sentido la inseguridad provoca que una persona se sienta desprotegida ante la pérdida, en este caso, del ser amado. Esto puede desembocar en sentimientos de celos.
Asimismo, una baja autoestima, es decir, valorarse poco o subestimarse, puede provocar pensamientos de no ser merecedor del ser al que se ama y aparecer, de este modo, los celos.
Las ideas erróneas sobre la vida en pareja también constituyen un motivo importante para que surjan celos. Desde niños se han escuchado afirmaciones tales como “si no tiene celos, es porque no te quiere” o “en una pareja, para que haya pasión, debe haber un poco de celos”. Todas estas declaraciones son falsas y pueden llevar a un comportamiento inadecuado en pareja que involucre a los celos.
¿Son los celos un trastorno o son normales?
Los celos son una emoción y no se convierten en un trastorno a no ser que perjudiquen gravemente a la persona y/o a su pareja en la vida diaria en entornos tales como la familia, el trabajo, la vida social y, obviamente, la vida en pareja. Si esta situación es así, lo más recomendable es acudir a un profesional que ayude a solventar el problema.
No obstante, ningún tipo de celos es normal, si a sentido común nos referimos. Sentir una emoción negativa instaurada y continua hacia alguien a quien se ama o percibir a otra persona como de nuestra propiedad, no es sensato. Por el contrario, hablar de normalidad en cuanto a los celos, entendida esta como una medida estadística, implicaría conocer el porcentaje de personas celosas con respecto a las que no lo son. De este modo, si un porcentaje significativo de las personas son celosas con sus parejas, se podría afirmar la existencia de una normalidad en el sentimiento de celos. Esto, no obstante, no implica que sea una emoción saludable, precisamente.
Los celos no son una emoción saludable
No obstante, es conveniente aclarar que existe un trastorno descrito por el DSM-V denominado “Trastorno delirante tipo celotípico” Este trastorno está dentro del grupo de trastornos psicóticos, es decir, implica que la persona que lo padece tiene una psicosis o delirio y que su contacto con la realidad se encuentra alterado. Este tipo de trastorno delirante ocurre cuando la psicosis de la persona se centra en que su cónyuge o amante le es infiel. Obviamente, no tiene nada que ver con los celos normales de pareja, en los que la persona celosa, por mucho que pueda exagerar, está en contacto con la realidad y no tiene ningún tipo de psicosis.
Aunque los celos parezcan ser algo común en las parejas, se trata de una emoción muy destructiva que, como la envidia o el orgullo, no sirve para nada. En el contexto de interacción y entendimiento humano, se podría clasificar como un encuentro pierde-pierde, ya que no solo pierde la persona que los sufre, sino que también afecta de modo negativo a su pareja. Asimismo, la persona que siente celos experimenta sensaciones de abandono y exclusión, lo cual resulta ser extremadamente doloroso si proceden de la persona a la que se ama.
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