
Autora: Paula Borrego
En el presente artículo trataremos los principales motivos de la desmotivación en las empresas o desmotivación laboral y frustración.
La actividad laboral es una de las fuentes más frecuente de las preocupaciones y desasosiegos de la mayor parte de las personas. Esto, unido al ritmo de vida en el que se suman los problemas personales diarios, puede provocar sentimientos de alto malestar en nuestras vidas en general y en nuestro trabajo en particular.
También puede interesarle: La Motivación en las Empresas
La desmotivación en las empresas o desmotivación laboral:
¿Qué es la desmotivación?
La desmotivación es un estado en el que predomina un sentimiento de bloqueo, al percibir que ciertas metas no se alcanzan, y que causa intranquilidad y angustia. Esto conduce, a quien lo padece, a una manifiesta falta de interés, ilusión y energía para su desempeño.
En el ámbito laboral la desmotivación es un gran peligro para el trabajador y para la empresa.
Un trabajador desmotivado realizará su tarea menos eficientemente que si estuviese motivado. Esto supone un descenso de la productividad empresarial. Por otro lado, el trabajador que acuse una gran desmotivación es más vulnerable al estrés y la desidia, y es muy probable que esto repercuta en su salud mental y, por consiguiente, en su salud física. La mayor parte de los casos del síndrome de estar quemado comienzan por una desmotivación.
Si quieres conocer más sobre el síndrome de estar quemado, visita el siguiente enlace:
Tipos de desmotivación laboral
Existen dos tipos de desmotivación laboral según sea su causa interna o externa.
–Desmotivación externa:
Es aquella que afecta a la empresa y/o al trabajo (legislación, tipo de tarea, tipo de empresa, sector y/ o falta de futuro profesional, por ejemplo).
–Desmotivación interna:
Es aquella relacionada con las circunstancias propias del trabajador o con su personalidad (problemas familiares, enfermedad, edad, educación y/o educación, por ejemplo).
¿Cuáles son las causas de la desmotivación?
Las causas de la desmotivación laboral pueden ser diversas. Algunas de las más frecuentes son:
–Hastío.
Se trata de un estado de tedio que se sufre al desempeñar la función laboral. Suele ocurrir por el tipo de tarea, siendo las monótonas las más susceptibles a esta condición.
–Fatiga.
La fatiga puede ser física o mental. La fatiga mental es la más frecuente y la más peligrosa, ya que el trabajador no es siempre consciente de ella. Este tipo de fatiga debe identificarse porque es uno de los principales riesgos psicosociales del trabajo. La fatiga mental puede hacer que el trabajador desarrolle ansiedad y que sea especialmente vulnerable al estrés. Esto puede, a su vez, desembocar en cuadros patológicos de depresión y/o ansiedad.
–Falta de seguridad.
Un trabajador que no esté seguro en su puesto es tendente a la desmotivación. Esta seguridad puede deberse a la tarea o a su posición dentro de la empresa. Si el empleado percibe que no está capacitado para la realización de la tarea asignada, se sentirá inseguro en la misma. Otro tipo de inseguridad es la derivada como miembro de la organización. Si la empresa no le da seguridad a nivel de contratación y/o salario al trabajador, esto le causará desmotivación.
–Estancamiento.
Si el trabajador percibe que está estático en un determinado puesto laboral, sin la posibilidad de cambiar o ascender, se sentirá más desmotivado.
–Falta de incentivos.
Una empresa que no dote de incentivos a sus trabajadores provocará desmotivación en los mismos.
–Falta de humanización.
Es importante que el trabajador perciba que es comprendido y atendido, sobre todo si acusa problemas personales que pueden interferir en su labor. Si su mando o la empresa no es flexible ni tiene en consideración las circunstancias personales difíciles que pueda estar atravesando un empleado, este se sentirá, como es de suponer, desmotivado.
–Mal ambiente laboral.
Un adecuado ambiente laboral en el que haya coordinación entre los compañeros, y que esté exento de conflictos, es muy favorecedor para el trabajador. Si, por el contrario, la relación con los compañeros o los mandos es conflictiva, la desmotivación del trabajador no tardará en hacer acto de presencia. Asimismo, un ambiente laboral que no cumpla unas condiciones ambientales óptimas, como tener los instrumentos necesarios, la iluminación, los ruidos, los olores o similar, será causa probable del desarrollo de desmotivación en el trabajador.
–Expectativas.
Unas expectativas en exceso elevadas provocan desmotivación en el trabajador. Esto se puede deber tanto a factores relacionados con el propio trabajador, como con la tarea o con la empresa. En este sentido, es posible que las características personales del empleado, como alto perfeccionismo o mala gestión del tiempo, le impidan cumplir los objetivos que se propone. Asimismo, hay tareas que por su naturaleza son difíciles de desarrollar, y es posible que los profanos en este tipo de especialidades las desconozcan. De este modo, puede que al trabajador se le exija más de lo que puede rendir o realizar en un tiempo sensato. Por último, hay organizaciones que exigen a los trabajadores un desempeño poco realista, a través de la programación de metas dificultosamente alcanzables. Todas estas circunstancias provocan desmotivación en el empleado.
La frustración.
La frustración se define como el sentimiento de tristeza, decepción y desilusión que provoca la imposibilidad de satisfacer un deseo o una necesidad.
Existen personas más vulnerables que otras a la frustración, ya que las características personales y la educación son factores que favorecen o impiden su aparición.
Si quieres saber más sobre la frustración, visita el siguiente enlace:
La frustración es un factor que influye en alto grado en la desmotivación laboral. Independientemente de las características personales que dotan a un trabajador de más o menos vulnerabilidad a la misma, existen otras causas que pueden provocarla. Algunas de las más habituales son:
–Carencias o deficiencias:
Se trata de la falta de instrumentos o herramientas necesaria para el desarrollo de una tarea. Un ejemplo sería la falta de un equipo informático adecuado si la tarea del trabajador es predominantemente virtual.
–Obstáculos:
Consisten en barreras que impiden que el trabajador pueda desempeñar su tarea adecuadamente. Un ejemplo sería un puesto de trabajo mal ubicado, no tener espacio o circunstancias similares.
–Conflictos:
Este factor se relaciona con el ambiente laboral, de ahí la importancia de que la empresa en general, y los trabajadores en particular, tengan una adecuada base en la gestión de conflictos.
A pesar de todos estos factores mencionados, la desmotivación laboral puede producirse por otras causas diversas. No obstante, sea cual sea el motivo de la aparición de la desmotivación laboral, es importante que se detecte a tiempo con el fin de minimizarla o eliminarla, si se pudiese. Una desmotivación alargada en el tiempo puede ser la causante de la aparición de problemas tales como estrés, ansiedad, depresión o el síndrome de estar quemado. Este tipo de trastornos son muy perjudiciales para quien los padece, tanto a nivel de salud mental como fisiológica, y en el caso de acusarlos es necesario acudir a un profesional.
Psicodifusión es editada por los psicólogos Paula Borrego y Juan Miguel Enamorado Macías
Leave a Reply