28/09/2023

Trastorno de estrés postraumático: ¿Qué es?

Nunca se despertó de la pesadilla

El trastorno de estrés postraumático es una alteración que ocurre cuando una persona se expone a determinadas circunstancias y/o vivencias que lo superan.
Si deseas conocer más sobre este trastorno, continua leyendo.

¿Qué es el Trastorno de estrés postraumático?

El Trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un tipo de alteración que pertenece al grupo de Trastornos de Estrés.

Si quieres conocer más sobre los Trastornos de Estrés, pincha aquí

Este tipo de trastorno se desarrolla cuando una persona ha experimentado un hecho muy traumático para ella. Puede ser la visión de algo horrible, haber sufrido un asalto, una agresión, haber vivido un desastre natural o un accidente, etc.

Cuando las personas nos exponemos a un evento traumático nos queda una secuela que se denomina episodio de estrés postraumático. Este estado se suele superar con éxito de modo normal, pero si se prolonga más de 6 meses puede convertirse en trastorno.

¿Por qué ocurre?

El TEPT es una respuesta exagerada ante la exposición a un hecho traumático. Explicado simplemente, se trata de un trauma que normalmente se supera en un determinado tiempo, pero que, en estos casos, no se supera.

El motivo de por qué no se supera el trauma depende de múltiples factores. Es más frecuente que la aparición del TEPT se deba a factores personales más que a la gravedad del hecho vivido.

De este modo, en la aparición de TEPT están implicados factores genéticos, neuroquímicos y de personalidad. Asimismo, las personas con unas adecuadas habilidades de gestión de problemas son menos propensas a desarrollar TEPT que aquellas personas con pocas habilidades en la solución de problemas. Es por ello importante acudir a un profesional en caso de haber sufrido una experiencia traumática, con el fin de no desarrollar un TEPT, el cual es mucho más complicado de tratar que un episodio de estrés post traumático.

¿Quiénes padecen TEPT?

El TEPT puede padecerlo cualquier persona sometida a una situación traumática que no haya podido superarla con éxito. De este modo, personas que han estado expuestas a un miedo extremo durante mucho tiempo, varias pérdidas de seres queridos en un período de tiempo breve o la vivencia de algún evento que haya causado un estrés de grandes magnitudes son vulnerables al desarrollo de TEPT. No obstante, existen personas más vulnerables que otras:

Mujeres. Las mujeres tienen más vulnerabilidad al desarrollo del TEPT que los hombres.
Traumas en la infancia. Las personas expuestas a eventos traumáticos en la infancia son más propensas a desarrollar un TEPT.
Antecedentes de salud mental. Aquella personas que padecen o han padecido algún trastorno mental, ya sea depresión, ansiedad u otro tipo de condiciones, son más vulnerables a desarrollar un TEPT tras una vivencia traumática. Esto ocurre porque los recursos de estas personas a la hora de enfrentar un hecho traumático estarán minimizados, ya que parte de ellos están enfocados en superar el trastorno presente o el que han padecido.
-Apoyo social. Las redes sociales (y con ellos no nos referimos al Facebook y demás, sino a nuestro círculo social) son de gran importancia en la superación de malos momentos vitales. Por ello, tener una sólida red social y/o familiar es un factor que previene el desarrollo de TEPT.
-Locus de control. Las personas con locus de control interno tienen menos probabilidad de desarrollar un TEPT que las personas con locus de control externo.

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-Resiliencia. La resiliencia es la capacidad de recuperación que una persona tiene ante un incidente. Una persona con una alta resiliencia se recupera más rápido del hecho traumático que una persona con baja resiliencia. Tener o no resiliencia depende de la habilidad de solución de problemas, el locus de control y la personalidad de cada individuo.

¿Se puede prevenir el TEPT?

No existe ninguna pauta que garantice que, tras un evento traumático, una persona no desarrolle TEPT.

No obstante, hay una serie de factores que pueden ayudar a minimizar el episodio traumático y afrontarlo con éxito, evitando así desarrollar TEPT. Algunos de los más importantes son:

Recurrir a las redes sociales. Se trata de apoyarse en nuestros seres queridos, ya sean familiares, pareja y/o amigos para superar la situación. En este sentido cabe decir que factores erróneos de carácter educativo pueden dificultar este proceso, ya que hay personas que creen falsamente que pedir ayuda es de mala educación, una muestra de debilidad o una molestia. Esto no es cierto. Todas las personas tenemos sentimientos y estos pueden ser heridos. Reconocer esto no es un signo de debilidad, sino un signo de sinceridad. Asimismo, el hecho de no compartir nuestras inquietudes con aquellos que nos rodean por no molestar es absurdo, ya que las personas cercanas a nosotros nos quieren y siempre querrán lo mejor para nosotros. De este modo, poder brindarnos ayuda les brindará más felicidad que vernos sufrir. En el caso de que una persona no tenga redes sociales consolidadas, es recomendable que acuda a un profesional que le pueda ayudar.
Habilidades de solución de problemas. Es necesario trabajar la solución de problemas si la persona sometida al trauma no es capaz de afrontarlo. Esto se puede trabajar con un profesional.

Cierto es que la magnitud del hecho traumático puede parecer directamente proporcional al riesgo de desarrollar un TEPT, pero no es así. Los factores personales, el momento en el que ocurra el hecho y determinados factores biológicos son factores que influyen en gran medida en su desarrollo. Además, el grado de gravedad de una vivencia negativa es siempre subjetiva y no se puede medir.

Es por ello importante acudir a un profesional ante la vivencia de un hecho traumático, independientemente de que percibamos que no nos ha afectado. Son muchas las ocasiones en las que una persona desarrolla TEPT mucho tiempo después de la vivencia negativa.

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