
No sólo es el frío, la lluvia y el mal clima quienes vuelven tras las vacaciones, muchas personas perciben que su estado anímico se ve afectado por estas circunstancias y que algún trastorno, sobre todo de ánimo, vuelve a aparecer durante el invierno o se acentúa.
Existe una clara relación entre el bajo estado de ánimo y el clima. Pero, ¿es esta circunstancia un trastorno? Aunque no suele ser lo más común, en muchas ocasiones, sí.
Existe una clara relación entre el bajo estado de ánimo y el clima
Si le interesa conocer qué trastorno del estado de ánimo se relaciona con el mal clima, continúe leyendo.
¿Existe un trastorno provocado por el cambio de tiempo?
Son muchas las personas que notan cómo la llegada del frio y del invierno se acompaña con la llegada de un malestar. Generalmente, se percibe una pérdida de interés, de ilusión, de motivación e, incluso, la percepción de una gran tristeza. Estos sentimientos, además, parecen aumentar si el día es lluvioso o poco soleado.
El frio y, sobre todo, la falta de sol, afecta al ánimo. Lo más frecuente es que sean episodio de alteraciones del ánimo que causan malestar pero que no llegan a ser un trastorno. No obstante, existe un trastorno asociado al cambio estacional. Este trastorno se denomina Trastorno Afectivo Estacional y suelen padecerlo personas a las que su situación les hace tener muy pocas horas de sol al año, por ejemplo, en países nórdicos donde la mitad del años es de día y la mitad de noche. A pesar de que las noches de sol de estos países se prolongan meses, la luz solar nunca llega a ser igual de enérgica que en el resto de los países.
Si quiere conocer más sobre cómo afecta el clima al ánimo, pulse aquí para leer sobre ello
¿Cómo sé que tengo un Trastorno Afectivo Estacional?
Si con la llegada del invierno o los días nublados se siente más triste, lo más seguro es que no se trate de ningún tipo de trastorno, sino de un cambio fisiológico normal que afecta al ánimo.
Algunas personas son muy sensibles al cambio estacional y esto les afecta al ánimo, apareciendo tristeza, anhedonia y falta de motivación. En estos casos no habría ningún tipo de trastorno mental subyacente. Por el contrario, hay personas que sufren episodios depresivos graves con la llegada del mal tiempo, aunque esta circunstancia es muy rara en países como España. Estos casos son ejemplo de un Trastorno Depresivo con Características Melancólicas.
Para conocer si se padece este tipo de trastorno deben plantearse las cuestiones que a continuación se presentan. Si durante el invierno:
-¿He perdido el placer por todas o casi todas las actividades?
-¿No me siento mejor ante estímulos placenteros, ante las buenas noticias y/o me cuesta alegrarme?
-¿Siento un desaliento profundo, desesperación y/o mal humor constante?
-¿Me encuentro peor por las mañanas o días sin luz?
-¿Experimento una evidente agitación o retraso psicomotor en comparación con el verano?
Si la mayor parte de estas cuestiones tienen una respuesta afirmativa, puede haber sospecha de la existencia de un trastorno del estado de ánimo, por lo que es recomendable acudir a un profesional que realice un diagnóstico específico.
¿Cómo puedo prevenirlo?
La mayor parte de los trastornos tienen una difícil prevención, pero sí es posible adoptar una serie de hábitos que mejoren la calidad de vida e impidan que el episodio depresivo sea mayor.
Algunos consejos útiles son:
-Dormir lo suficiente.
-Comer adecuadamente.
-Aprender a identificar acciones o comportamientos que puedan aumentar el malestar para evitarlos.
-Realizar ejercicio.
-Exponerse al sol.
¿Tiene tratamiento?
Todos los trastornos del estado de ánimo tienen un tratamiento. La psicoterapia dirigida por un profesional mejora en mucho la calidad de vida y el curso del trastorno, aunque hay personas que necesitan una medicación además de la terapia.
Todos los trastornos del estado de ánimo tienen un tratamiento
En los casos concretos de Trastorno Afectivo Estacional, la fototerapia parece tener buenos resultados. Este tipo de terapia consiste en exponerse al sol un determinado tiempo, prescrito por el profesional según cada caso. En países donde las horas de sol son escasas, los pacientes se someten a la acción de una lámpara especial que imita la luz del sol. Este tipo de tratamiento suele empezar antes de que llegue el invierno, es decir, a principios de otoño, con el fin de disminuir el episodio depresivo previamente a estar instaurado. Por lo general se trata de sesiones de 30 minutos bajo la lámpara todos los días, pero el tipo de tratamiento varía según cada caso y sus necesidades.
Este tratamiento también se utiliza como método diagnóstico, ya que, si tras un determinado tiempo, la persona no experimenta ninguna mejoría, podría tratarse de un trastorno depresivo no relacionado con la estación, ya que este sistema resulta bastante efectivo tras tres o cuatro semanas de exposición.
¿Qué pronóstico tiene?
El pronóstico del Trastorno Afectivo Estacional, como en el resto de los trastornos del estado de ánimo, depende mucho de cada persona. Si el trastorno es diagnosticado y tratado a tiempo el pronóstico es mucho mejor que en los casos que no han sido tratados en años y está instaurado.
No obstante, la psicoterapia y, si fuese necesario, la medicación, suelen dar un desenlace clínico muy satisfactorio.
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