
¿Qué es la autoestima?. La autoestima es uno de los conceptos más populares en lo que se refiere a emociones y sentimientos propios, pero, a su vez, es una gran desconocida en cuanto a su importante función en el desarrollo personal, en la aparición de problemas emocionales y, en definitiva, en nuestra felicidad.
En el presente artículo se tratará el concepto de autoestima y cómo influye en nuestro bienestar.
¿Qué es la autoestima?
Todos hemos oído hablar de la autoestima y es un término que se utiliza alegremente para describir unos u otros estados emocionales. Pero, ¿sabemos lo que es realmente la autoestima?
La autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones y sentimientos que una persona tiene hacia uno mismo, que determinan gran parte de sus comportamientos afectando a la conducta, las acciones de la persona y a su estado emocional.
Es decir, la autoestima es el modo en el que cada persona se percibe a sí misma. Es el amor propio, confianza, aprecio y suficiencia que nos atribuimos. Igualmente, está relacionada con el reconocimiento, la aceptación y el aprecio que percibimos en los demás.
En la jerarquía de las necesidades humanas, la autoestima se relaciona con la autorrealización. Todos estos conceptos se unen en una imagen mental que se traduce en la autoestima.
Las percepciones de aquello que nos rodea son únicas e intransferibles, así como lo es el modo en que una persona se percibe a sí misma. Nuestro comportamiento ante diferentes situaciones depende de la percepción de las mismas y la autoestima forma parte de este proceso.
De este modo, nuestra conducta y el modo en el que nos comportamos con los demás está muy influido por la autoestima.
La diferencia entre la autoestima y otro tipo de percepciones es que la autoestima es la única percepción hacia algo que no es externo, por lo que no solo afecta al comportamiento o a la interacción con los demás, sino también a nuestro modo de interactuar con nosotros mismos, lo que resulta clave para nuestro estado de ánimo y, por consiguiente, felicidad.
¿Por qué es importante la autoestima?
La autoestima es, por infortunio, subvalorada. Normalmente se asocia a lo intrascendente o a la frivolidad cuando, en realidad, es una de las grandes responsables de la mayor parte de problemas emocionales o incluso trastornos mentales que se desarrollan a lo largo de la vida.
La autopercepción es fundamental. Debemos tener en cuenta que el modo en que nosotros nos percibamos, el concepto que tengamos de nosotros mismos, de lo que somos, de nuestros defectos y nuestras virtudes, va a determinar nuestras vidas. La autoestima es, por consiguiente, el eje de nuestra conciencia como personas.
De este modo, son muchos los problemas emocionales que han nacido debido a un déficit de autoestima sin que seamos conscientes de ello.
¿Se nace con autoestima?
La autoestima no es innata, es decir, no se nace con ella. Cierto es que todas las personas poseemos la capacidad de percepción sobre nosotros mismos, pero esta percepción cambia, no queda impuesta en el nacimiento. Es un conjunto de valoraciones que cada persona se hace sobre su persona a lo largo de la vida y que se relacionan con su personalidad, su educación en la niñez y las experiencias vividas.
La autoestima, por consiguiente, cambia a lo largo de la vida. Es posible que una persona experimente cambios con respecto a su valoración personal.
Relación entre Autoestima y seguridad
Aunque la autoestima se relaciona con ser seguro en uno mismo, la confianza no es lo mismo que la autoestima.
En este sentido, una persona puede estar muy segura de sí misma y tener un alto valor de autoconfianza o eficacia y tener una baja autoestima.
Esto es debido a que la autoconfianza se relaciona con objetivos y metas, generalmente externas y hacia contextos específicos, y la autoestima es una valoración de percepción global.
Sí es cierto que, por lo general, a mayor autoestima hay una mayor autoconfianza, y viceversa. Pero esta regla no se cumple siempre. Hay casos en los que una persona tiene una gran autoconfianza en su función laboral, por ejemplo, pero la percepción sobre sí misma es negativa, porque tiene algún complejo físico, por ejemplo.
De este modo, es importante que nos analicemos y que identifiquemos la imagen que tenemos de nosotros mismos, si es positiva, negativa y qué aspectos cubre.
En el caso de detectar que nuestro autoconcepto no es positivo, lo más adecuado es acudir a un profesional de la psicología que nos de estrategias para cambiar aquello que no nos hace feliz.
Psicodifusión es editada por los psicólogos Paula Borrego y Juan Miguel Enamorado
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